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Opinión Columna


Ahí viene el tarifazo


Publicación:29-09-2018
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Quieran o no, los usuarios del transporte en Nuevo León deberán pagar un costo mayor al hasta ahora registrado, porque de que habrá aumento al servicio, no hay vuelta de hoja.
Por lo que el Ejecutivo estatal sigue tanteándole el agua a los camotes en ese sentido, escuchando cuestionamientos de la gente durante sus eventos y actividades.
Y aunque no ha definido de qué tamaño será la pedrada, el “Bronco” subraya que no será un incremento agresivo, pero de que se incrementará, ni duda cabe.
Por lo que falta ver cuánto y a partir de cuándo, quienes disfrutan del servicio camionero, los taxis y el Metro, tendrán que aportarle, porque de esta no se salvan.

Dicen los que dicen que saben, que el único que salió ganando por ahora con el tema del alza camionera y las broncas de la afición que mostró su peor cara previo al Clásico futbolero fue el “Bronco”.
Para empezar, el Ejecutivo de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón supo sacarle un pie adelante a esta medida antipopular del alza, cuando el cuete le tronó en las manos y todas las voces de volcaron en su contra.
“Ganó” al momento en que ya le hacían metralla por todos lados, cuando todo parecía inevitable y decretó una pausa, al tiempo que junto con pegado les tronó la bronca por la riña masiva previo al clásico futbolero.
Por lo que de no habérsele alineado los astros, quien sabe qué hubiera sucedido, cuando ya lo traían en jabón y le seguían como enjambre, grupos grandotes y chiquitos que así como salieron, se apagaron.

Así o más claro. Tan pronto como ayer, el gobernador del estado, Jaime Rodríguez Calderón no se anduvo por las ramas.
Palabras más, palabras menos, el “Bronco” con índice de fuego cuestionó la labor de los alcaldes en materia de seguridad.
Lo menos que dijo, palabras más, palabras menos fue, especialmente en el rubro de los índices de inseguridad en general.
Por lo que a pesar de que andan saludando con sombrero ajeno, habrá que cuestionar bien a los munícipes su labor.
Sobre todo, cuando ya les sacan sus trapitos por la falta no nada más de trabajo, sino de coordinación e inteligencia.

Pese a su buen desempeño y labor, al que por lo visto le sigue lloviendo en su milpita es al jefe policiaco de Nuevo León, Bernardo González.
Es de admitir que el muchacho trae la camisa bien puesta y que ha dado resultados como cualquier gallo, donde se le pone.
Ya estuvo en la extinta Procuraduría de Justicia y sorprendió a más de tres, con acciones sólidas y como diría él, con tiros de precisión.
Tan es así, que antes de dejar dicha dependencia registró números importantes de capturas por cateos, jamás vistos.
Es más, se ganó simpatías que no tenía desde que se apersonó ante el Poder Legislativo que terminó por apoyarlo.
Y ahora como jefe policiaco parece ir contracorriente, haciendo amarres y remiendos para enderezar el barco en Nuevo León.
Sin embargo, como se trata de un pulpo de mil cabezas, la verdad de las cosas es, nunca falta un prietito en el arroz.
Por lo que la mejor recomendación en este caso es, más vale hacer de tripas corazón y bofe, porque no hay varitas mágicas.
Y si le quieren quitar el control de su parte en la vigilancia de Monterrey, vale aclarar que no es tema nuevo, ni de ayer.

No somos adivinos, mucho menos brujos, pero tal y como lo adelantamos en éste espacio, pero ayer temprano hubo movimiento en el PAN estatal.
Con eso de que Mauro Guerra se separó de la dirigencia para buscar la reelección, no hace mucho de ello, ya hay quien le hará segunda.
Se trata nada más y nada menos que de Sandra Pámanes, quien ya tuvo sus tiempos de gloria en la dirigencia y ahora vuelve por sus fueros.
Por lo que ya una vez confirmadas las aspiraciones de la dama, le allana el camino a Mauro quien no descartaba ir solito y su alma.
Por lo que vale poner atención a lo que suceda y se apunta algún otro más tirador, por aquello de la estrategia para bajarle votos.



« Redacción »