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Opinión Columna


Responsabilidades del Rébsamen


Publicación:22-09-2018
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Una forma de honrar la memoria de quienes perdieron la vida en los sismos es identificar las responsabilidades y revisar las estructuras

 

Desde 2009, vecinos del Colegio Rebsamen reportaron la construcción de un cuarto piso en el colegio ubicado en la delegación Tlalpan, en una zona donde el uso de suelo no permitía este tipo de construcciones. Tanto la Secretaría de la Desarrollo Urbano y Vivienda como la delegación estuvieron al tanto de estas quejas y mandaron a supervisores a verificar la obra. Debido a las verificaciones y a que la remodelación no contaba con los permisos necesarios se decidió clausurar la obra y demolerla en 2010. Sin embargo, el colegio siguió dando servicio y la demolición del 4to piso nunca tuvo lugar. En 2013, los dueños del Colegio presentaron un recurso en el que indicaban que no requerían un permiso para las remodelaciones que realizaban, ya que —según ellos— se trataba de obras de mantenimiento. Lo que ellos consideraban meras reparaciones, constituía la construcción de un departamento para ser utilizado como vivienda, la cual ocasionó un sobrepeso de más de 200 toneladas en la estructura del edificio. En 2014 se ordenó nuevamente la clausura de la obra y se indicó que la modificación y construcción del 4to piso ponía en riesgo la estabilidad de la estructura de todo el edificio. A pesar de esto, no se prohibió el acceso al inmueble ya que se trataba de un centro escolar, razonamiento que pone a prueba toda lógica y moral. En 2014, un Corresponsable de Seguridad Estructural y un Director Responsable de Obra dieron por validada la construcción del 4to piso y otorgaron la constancia de seguridad estructural al colegio, a pesar de que las verificaciones anteriores constataban que no podía construirse un 4to piso y que su construcción había dañado la estructura del colegio.


Es necesario especificar que el Colegio Rébsamen se construyó en 1983, por lo que desde el momento de su edificación no cumplía con los requisitos ni normas técnicas que se plasmaron en el reglamento de construcciones de la CDMX, creado en el 87 después de la tragedia acontecida en el sismo del 85. Las adecuaciones a la estructura que tuvieron que realizarse para que el colegio se adaptara al reglamento de construcciones del 87 nunca tuvieron lugar. Otros de los edificios que colapsaron en el sismo del 19-S estaban construidos con el mismo sistema estructural.


El colapso de dos edificios del Colegio Rébsamen no se debió a los sismos, sino a la actuación irregular y a la omisión de diversos actores. Por lo mismo se debe identificar el tipo de responsabilidades y a los actores que intervinieron en la creación de esta tragedia. Además de seguir la vía penal, los familiares de algunos de los 19 niños y 7 adultos que perdieron la vida decidieron interponer una acción colectiva para sentar un precedente normativo y que este tipo de tragedias no vuelvan a ocurrir. Lo que piden es que se revisen todas las escuelas que fueron construidas antes del reglamento del 87 para verificar que estas instalaciones fueron modificadas y reforzadas para adecuarse a las normas técnicas en materia de seguridad estructural. Por otro lado, piden que en los casos en que los colegios no cumplan con estos requisitos se proceda a sancionar y revocar los permisos de los DROs y CSEs que validaron estas obras irregulares y peligrosas. También piden que la certificación que realiza el Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa a las escuelas particulares sea obligatoria y no voluntaria como es el caso actualmente. El caso del colegio Rébsaman es tan sólo una muestra de los daños que trajeron los sismos del año pasado. Y es un caso que representa que este tipo de tragedias pudieron ser prevenidas. Una forma de honrar la memoria de quienes perdieron la vida en los sismos es identificar las responsabilidades y revisar las estructuras, para que nunca más ocurra un Rébsamen.



« Redacción »