No es posible que tan solo ocho familias, los Martínez Chavarría, anexos y derivados, hayan puesto en jaque al estado de Nuevo León, con el deleznable objetivo de seguir llenándose de billetes sus bolsillos. No es posible que esas mismas familias pesen tanto en las decisiones gubernamentales y que los altos funcionarios, con Jaime Rodríguez Calderón, a la cabeza los obedezcan.

No es posible que el afán de lucro y la mezquindad de esa familia, ya extendida, impere sobre casi dos millones de usuarios del transporte urbano, que tienen que sudar la gota gorda para completar el pasaje y así satisfacer la avaricia de los Martínez Chavarría, empezando por el tristemente célebre Abelardo Martínez.

No es posible pero por infortunio es realidad. El gobierno del estado sometido a los instintos lucrativos de una familia de dizque empresarios sólo en las peores pesadillas se puede entender. El gobernador en campaña los detectó y les avisó que les quitaría las concesiones si no corregían el nivel tan bajo del servicio de transporte, y que no aumentaría el precio del pasaje. Hoy hace todo lo contrario. Sus razonamientos no son aceptables en cuanto que son los mismos que todos los gobernadores prisitas y panistas que ha habido han esgrimido para justificar el alza del transporte: en ese tiempo el precio del combustible no estaba tan alto.

Por su parte los diputados integrantes del Congreso del Estado no dan pie con bola. Hasta el momento hay coincidencia en que se oponen al aumento de la tarifa, pero no han emprendido acciones directas para frenar dicha intentona. Los diputados en los distritos que representan ni se han presentado con sus electores ni han los han consultado para que verdaderamente lleven su voz al Congreso. Un diputado debe salir a defender a los electores de su distrito, indudablemente compuesto en su mayoría por usuarios del transporte urbano.

La diputada presidenta de la Comisión de Transporte del Congreso, Julia Espinoza de los Monteros, no sabe ni qué hacer. Se retrató abordando una unidad del transporte, como si eso fuera suficiente, y en lugar de hacer valer la posición. Y es del partido Morena, para acabarla de amolar. ¿Qué pensará de eso Andrés Manuel López Obrador?

Los diputados, al no saber del tema, quieren destituir a Elizabeth Garza, Directora del Consejo de Transporte, so pretexto de que no ha convocado a reunión en años. Pero convocar a reunión no es facultad de ella, sino de Jorge Longoria, que es el Director de la Agencia Estatal de Transporte, por lo que Elizabeth depende de él. Junto con el gobierno, los diputados la quieren de chivo expiatorio. Es injusto y un acto ignaro.

Ante semejante galimatías, la movilización. Los usuarios, y cada vez más organizaciones ciudadanas y entidades no gubernamentales manifiestan su rechazo a tal medida. Hoy viernes a las 6 PM en la estación Universidad varios colectivos ciudadanos han convocado a un mitin para impedir que se aumente el costo del Metro, que en tan malas condiciones de mantenimiento se encuentran. En esta esquina bajan.