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Opinión Columna


Voto hispano en las elecciones


Publicación:26-08-2018
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Pienso, esperanzada, que las minorías de Florida votarán contra Trump al recordar su respuesta ante el huracán María y la balacera en Parkland.

 

Las elecciones de medio término de Estados Unidos están a la vuelta de la esquina. Este noviembre, EU estará decidiendo si es un país que acoge o rechaza al trumpismo, lo que básicamente se traduce en decidir si EU es "un país de inmigrantes" o bien "un país donde los inmigrantes son invasores".


Aunque aparentemente la mayoría de los votantes de EU prefiere la primera de estas descripciones, una y otra vez, las elecciones han mostrado que lo primordial siempre ha sido la economía. Como dicen los gringos "money talks". Y como se supone que la economía, por lo pronto sigue bien, el futuro promete que el status quo se mantendrá.


Desde hace ya mucho tiempo, se sueña que el voto latino será crucial. Pero no ha sucedido. Y es que, hay que tener en cuenta que la población hispana está concentrada en estados no competitivos como Texas, California y Nueva York, donde las elecciones estatales están dominadas por un partido u otro. Y hay que tener en cuenta que los "latinos" no son un bloque monolítico.


Sin embargo, incluso dentro de las comunidades hispanas, que están directamente afectadas por las políticas antiinmigrantes de la administración actual en estados donde su voto importa, no hay unidad y aún más grave, sigue habiendo inconsciencia y apatía.


Los inconscientes. No hay más que quedarse perplejo ante la falta de visión. Dos anécdotas. El año pasado, estuve en la frontera entre Tijuana y San Diego. Me acerqué a un agente de la Border Patrol. Hablamos de las tácticas más populares de cómo saltar la frontera y otros asuntos de "su trabajo". Pero lo que más me llamó la atención de la conversación, fue que el agente me contó que era de Guamúchil, es decir, de Sinaloa, es decir, que era mexicano. Es decir, que puede ser que, un día, tendrá que apresar a su propio hermano.


Durante el concurso que hizo Trump para elegir la construcción del muro en la frontera hubo diseños realizados por compañías cuyos dueños son mexamericanos, hijos o nietos de mexicanos.


La semana pasada, Jeff Sessions, el Fiscal General de EU, estrella de la postura anti-inmigrante, estrella del maltrato a los indocumentados, estuvo en Houston. Desayunó huevos rancheros en un restaurante mexicano y luego comió fajitas en otro restaurante mexicano. En el ínterin, sin ningún conflicto personal y sin mayor problema de parte de los houstonianos, dio un discurso antiinmigrante en el que repitió la muy típica retórica de él, en la que argumenta, que la violencia criminal es resultado de la inmigración indocumentada.


Y luego están los apáticos. Los que piensan que su voto no importa, que no se naturalizan, o que si son ciudadanos no se registran para votar. No es suficiente existir, para hacerse escuchar hay que votar.


Increíble que hoy por hoy, cuando estamos jugándonos si seguiremos o no siendo discriminados, encuestas recientes muestran que en estados competitivos, en promedio, solamente 40% de los hispanos con derecho a voto se han registrado para hacerlo.


Ojalá que se nos prendan las pilas. Aún hay tiempo. El voto latino puede hacer la diferencia en Colorado, Arizona, Nevada y Florida.


En el primero de estos estados, el electorado podría alcanzar el 14%, en el segundo 20% y en los otros dos estados 17%. En los cuatro estados el puesto de gobernador es competido y en los últimos tres de estos, los puestos de senadores federales también lo son.


Además, siendo hispano, es claro por quien debe uno votar. En Florida, tal vez el estado más competido de los cuatro, el asunto migratorio no importa. Lo que importa es la opinión del electorado de cómo va Trump en todos los demás asuntos y es difícil predecir los temas que serán más relevantes.


No se sabe cuáles serán los finalistas de las primarias para gobernador, hay tiempo para registrarse hasta octubre, hay muchos posibles votantes independientes (no registrados con ningún partido) y una población hispana y negra sin afiliaciones claras.


Pienso, esperanzada, que las minorías de Florida votarán contra Trump al recordar su respuesta ante el huracán María y la balacera en Parkland.


Con solamente tres cambios de senadores federales de republicano a demócrata, los demócratas dominarían el Senado y habría un poder capaz de confrontar la política trumpeana racista y anti-inmigrante. Tras el censo de 2020, los gobernadores electos en la mayoría de los estados, incluyendo Colorado, Nevada y Florida, tienen poder de veto en la redistribución de los distritos electorales. Es decir, pueden modificar el mapa de su estado para favorecer a su partido en elecciones futuras.


Y si eso, no nos convence de lo importante que es votar, agrego: los trumpianos, los anti-inmigrantes, los que apoyan el derecho a portar rifles, los que niegan el rol humano en el cambio climático y que luchan por la enseñanza del creacionismo en las escuelas públicas sí van a votar y lo harán —en noviembre— en masa.



« Redacción »
Fey Berman


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