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Opinión Columna


Oportunidades, ¿Las tomas o las dejas ir?


Publicación:16-08-2018
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Hay personas que esperan una oportunidad para lograr algo en su vida; sin embargo, es posible que la vida misma se les vaya en la espera y que ésta nunca “llegue”. Esto no es producto de la casualidad o mala suerte, como muchos pueden atribuir a su “falta de oportunidades”; se la pasan quejándose por ello, viven comparándose con otros a quienes según ellos “la suerte les favorece”, pero quizá en realidad están más preocupados por ver la suerte de otros que en estar atentos a sus propias oportunidades, que llegan en determinado momento y deben ser aprovechadas o se irán para no volver.

Lamentablemente en un mundo capitalista como en el que nos tocó vivir,  hemos llegado a un punto en que la palabra oportunidad se asocia a cuestiones de éxito profesional, laboral o en los negocios, sin embargo, no solo se refiere a aquellas situaciones que nos dan la oportunidad de tener un beneficio económico o profesional, las oportunidades las tenemos en cada área de nosotros como personas, tanto en lo emocional, espiritual, físico, profesional, social, etc.

Hay momentos clave en que llegan oportunidades para cambiar un estado negativo por uno positivo, de ser amables, generosos, de disfrutar cada momento, aprender, agradecer, amar, crecer, madurar. Todos tenemos la oportunidad de convertirnos en una mejor versión de nosotros mismos. En la vida, las oportunidades se nos presentan constantemente, cada instante en sí, es una oportunidad para hacer algo positivo para nosotros mismos o para otros.

En situaciones adversas, en medio del dolor y desesperación, donde muchas veces sentimos derrumbarnos por una pérdida, un fracaso o que no encontramos la salida; son sin duda, momentos en que siempre llegan oportunidades con un potencial muy poderoso que nos harán crecer y madurar aún más, pero debemos estar dispuestos a tomarlas.

¿Cuántas veces no nos ha sucedido, que al hacer memoria, siempre recordamos alguna oportunidad que dejamos pasar?. Esto es una constante, siempre hay excusas que nos detienen a tomar las oportunidades, nos justificamos en nuestras carencias económicas, físicas o sociales, pero ni nuestro color de piel o rasgos físicos, ni la situación económica, ni la falta de tiempo, ni la salud, ni la falta de amigos o contactos influyentes, nada de eso son una razón suficiente para dejar ir las oportunidades, no buscarlas o crearlas. Ninguna de las anteriores son obstáculos que puedan limitarnos;  en la vida se nos presentan oportunidades y las dejamos ir, y cuando queremos solucionarlo ya es demasiado tarde.

A pesar de que todos hemos perdido oportunidades de las que nos hemos arrepentido por no haberlas aprovechado, puedo asegurar que seguimos cometiendo el mismo error, pues hay algo que nos limita a crear nuevas oportunidades, a ir en busca de ellas o tomarlas cuando lleguen. ¿Qué es lo que nos limita?, ¿Cuál es ese obstáculo?. La respuesta es simple.  ¡El Miedo!.

El miedo nos paraliza y nos frena, autolimitándonos a avanzar. El miedo se puede presentar en múltiples formas, ya sea a lo desconocido, a el no saber que hay más allá de aceptar un nuevo reto. Otra forma es el miedo al no querer salir de una zona de confort. Otra forma que nos limita es el miedo al qué dirán, la vergüenza de que si las cosas no resultan como esperamos. Debemos tener muy presente que hay oportunidades que solo llegan una vez en la vida, para poder tomarlas, hay que atreverse a superar el miedo a lo desconocido, al que dirán y a salir de nuestra zona de confort.

Las oportunidades llegan pero debemos reconocerlas y aprovecharlas, tenemos que estar conscientes que una oportunidad es una invitación a ejecutar una acción para poder lograr algo, si no estamos dispuestos a accionar y permanecemos inmóviles, la oportunidad simplemente se pierde.

En ocasiones no llegan solas, buscarlas a veces tampoco es suficiente, hay algo aún más poderoso que esperar a que lleguen o esperar a encontrarlas y es crear las oportunidades, porque denota interés y acción de nuestra parte, tomando un rol protagónico de nuestra vida y no solo como simples espectadores.

Es triste ver como hay personas que se quejan por la falta de oportunidades y viven lamentando su desgracia, cuando todos tenemos la mejor oportunidad que pudimos haber recibido y es la vida misma. Estar vivos es la mayor oportunidad dada para nosotros crear nuestras propias oportunidades, no podemos esperar que las oportunidades nos lleguen tal y como queremos, pueden aparecer en forma de personas, situaciones y momentos inesperados, lo importante es estar alerta y no tener miedo a equivocarte, o al qué dirán, hay que tomar riesgos, y no pensarlo demasiado antes de que se vayan y no vuelvan.

Twitter: @cristobelizondo
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« Redacción »
Cristóbal Elizondo


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