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Opinión Columna


López Obrador y su desgaste presidencial


Publicación:16-08-2018
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Las horas para López Obrador serán eternas, porque todavía no inicia y ya su mandato tiene piedras en el camino

Las pasadas elecciones presidenciales en México pasarán a la historia por ser las primeras en las que las redes sociales jugaron un papel importante en su desarrollo, en su resultado final en el que Andrés Manuel López Obrador se impuso por amplio margen a sus contrincantes y en la capacidad de influencia que tuvieron sobre la población.


Si a estos factores le agregamos el grado superlativo de odio o animadversión de los votantes hacia los principales partidos políticos no es de sorprenderse que el tabasqueño sea quien dirija las riendas de nuestro país durante los siguientes años y que hoy más que nunca nuestra nación se encuentre sumida en el tobogán de la inacción política y de la corrupción en términos generales de los gobernantes, tanto a nivel federal como estatal.


López Obrador tiene una oportunidad histórica para dirimirse como un verdadero líder, le llegó hasta la tercera oportunidad, pero llegó a final de cuentas y son tan altas las expectativas que surgen alrededor de él, de su entorno y de todo lo que haga que cada movimiento por mínimo que sea va a estar en el ojo del huracán por esa misma gente que le favoreció en las urnas y con mayor razón las que no creen en su proyecto de nación al que comúnmente llama “La Cuarta Transformación”.


Todas las promesas de campaña que prometió, desde las que no necesitan mucha capacidad de ejecución hasta las que parecen inviables como acabar con la corrupción serán sus cartas que jugarán en contra o también, lo posicionarán como un presidente que haga que la gente vuelva a creer en los políticos.


Una carga que ha comenzado a desgastarlo cuando todavía faltan varios meses para que tome protesta son algunos nombramientos públicos para lo que será su gabinete de personajes que a lo largo del tiempo han sido cuestionados o con un pasado turbio y con llagas que políticas que nunca dejarán de sangrar y que van a ser una loza pesada que van a cargar a sus espaldas no solamente durante el tiempo que ejerzan ese cargo sino por el resto de sus días


Tal es el caso del viejo lobo de mar Manuel Bartlett Díaz, que estará al frente de la Comisión Federal de Electricidad, con pasado priista, es a quien se le señala por décadas como el autor intelectual de la caída del sistema en las elecciones a presidente en 1988, en las que resultó triunfador con muchos cuestionamientos Carlos Salinas de Gortari.


No pasó ni una hora después de su nombramiento cuando las redes sociales, principalmente Facebook se saturó de páginas antiobradoristas que denostaban ese nombramiento, así como al virtual presidente por esta acción. ¿La Mafia del Poder seguirá en casa? ¿Era demagogia pura de que se rodearía de personas limpias en su historial político?


Si a esto sumamos varias promesas que después de su victoria electoral ha dado a entender que no se podrán cumplir, como dar reversa al “gasolinazo”, la venta del avión presidencial, el alto a la construcción del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México el panorama se está poniendo turbio cuando todavía no es presidente y su imagen política ya tiene varios tallones más los que se acumulen en el camino.


Su equipo de asesores y gente allegada tiene una enorme responsabilidad, la de cuidar que cada acción que realice y declaración que vaya a dar a conocer sea clara y no se preste a malas interpretaciones o suspicacias. Hoy, los asesores serán responsables de que su imagen no sufra descalabros ante la opinión pública nacional e internacional.
El partido político Morena, así como todos los gobernadores, senadores, alcaldes, diputados federales y locales emanados de él e integrantes estarán en el ojo público. Prohibido equivocarse, porque aquel que lo haga va a ser juzgado por la ciudadanía ajena a este proyecto. Será un secreto a voces que AMLO seguirá tomando las decisiones importantes en ese partido político aunque lo niegue, y sí, también será como el familiar incómodo. Accedió muy rápido al poder esta institución política y da la impresión que por su mosaico de ideologías y corrientes ideológicas sus afiliados no estaban preparados, porque en varios estados ya empezaron con los desacuerdos, malentendidos y rebeldías a sus superiores.


En fin, de aquí, al día en que sea ungido como el presidente de nuestro País, las horas para López Obrador serán eternas, porque todavía no inicia y ya su mandato tiene piedras en el camino que le van a impedir arrancar. Los más puristas dirán que al momento de hacerlo será con freno de mano puesto, su desgaste ya inició, esperemos que por el bien de México tenga los arrestos suficientes para sacar adelante a sus habitantes y o decepcione a los millones y millones de votantes a su favor y de igual manera a los que no piensan que hará un papel decoroso.

 

 

 



« Redacción »
Efrén Jiménez Rodríguez

Efrén Jiménez Rodríguez


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