Diferente desde su nacimiento, inquieta y valiente en su niñez, estudiosa y aprehensiva; vuelca su energía, en y por los demás. Desde muy temprano manifiesta su orientación, sabe lo que quiere y lucha por ello.

A esta Hillary sin maquillaje, desaliñada, de enormes lentes que le cubren la mitad de la cara, que encabeza mítines, que lucha por la igualdad, que le da más importancia a su actividad por los derechos humanos que a su apariencia; le ha llegado el tiempo de la transformación.
Sin abandonar sus raíces pondrá en práctica todo lo aprendido y al igual que Maquiavelo diseñará un plan que condensa todas sus experiencias y que tendrá como propósito fundamental “Gobernar el país más poderoso del Planeta”. Un tratado que necesita un “Medici” para ocupar el lugar del “Príncipe” que asegure su futuro.
La Rodham; inteligente, capaz, preparada, bella, sagaz, trabajadora incansable, la de las mil ideas en la cabeza, discreta, socia y cómplice: Ella estaba clarísima, no se conformaría con ser “La gran mujer, detrás del hombre”, iría por todo, volará como gaviota para desplazar al halcón.
Avanza vertiginosamente en su propósito, haciéndonos sentir que su cambio es una evolución natural; su proyecto de vida lo ubicó en el tiempo y el espacio, con certeza euclidiana. Pronto despachara en Washington y empieza a escribir “Su historia viva”.
Ahora le toca luchar contra el monstruo de mil cabezas, esa sociedad de doble moral, en la que subsisten la misoginia, discriminación y homofobia y donde le hacen sentir todo el peso de la historia.
También se enfrenta a las distintas voces Latinas; que las medidas económicas adoptadas por Obama no han sido suficientes; pues éstas no se han visto reflejadas en las finanzas particulares, la recuperación es demasiado lenta y por primera vez se reconoce en un país de primer mundo el surgimiento de la Pobreza, la falta de empleo y lo más grave, el presidente Barack Obama, ha deportado a miles de Hispanos, como en los peores tiempos.
La caída estrepitosa de los candidatos del Partido Demócrata, más que indicar un rechazo a la política del presidente de Estados Unidos, indico el Renacimiento de las fuerzas conservadoras en el vecino país del norte.
Y hablamos de un Resurgimiento, porque ahí estaban, únicamente permanecieron ocultos los primeros años, agazapados, esperando los errores del primer presidente afro americano del país más poderoso del planeta.
Los vientos que lo mantuvieron ocupado con aventuras bélicas como Afganistán o que lo llevan a invadir y sumir en la anarquía, violencia, y pobreza a un pueblo ancestral como lo es la antigua Persia, únicamente demoraron su reaparición.
Una sociedad como la estadounidense, que practica la doble moral y que guarda en sus entrañas lo que todo imperio posee, el deseo de conquista y poder; no podía actuar de otra manera.
Se sabe de por sí, que para mejorar su economía las distintas administraciones de gobierno norteamericano han recurrido al mercado de las armas y al conflicto social, sin importarles de quien se trate o a costa de que sea la mejoría de sus Finanzas.
En México, con una Sociedad poco participativa, casi apática; pareciera de poca importancia las consecuencias electorales En los Estados Unidos, pero no es así, por ejemplo ahí está la Reforma Migratoria, que seguirá durmiendo el sueño de los justos ever, forever.
Y así, como cuando los primeros en padecer los efectos de la Crisis Económica surgida en Wall Street, fuimos los Mexicanos, no tardaremos en resentir, los efectos de esta votación dura que se llevara a cabo en el país vecino; eso lo sabe toda la clase política en México, incluidos los empresarios.
Por ello, es que muchos ven con poco optimismo el cambio presidencial, en Gringolandia, ya que la que pudiera ganar. En un hecho histórico por ser mujer, no se ha comprometido en nada con nuestro país ni con los paisanos.
Además El Pánico que provoca, el posible escenario, en el cual despierte la bestia dormida, de una sociedad bélica, ansiosa de poder y conquista, característica típica del Imperio.
En unas cuantas horas lo sabremos, mientras cruzamos los dedos y esperamos que:
Hillary Rodham Clinton,cumpla su máxima Politica:
“El Arte de hacer lo que parece imposible, posible”