banner edicion impresa

Opinión Columna


El Frente es más que una persona


Publicación:06-03-2018
version androidversion iphone

++--

En la antesala del arranque de las campañas electorales, todo parece indicar que el proceso de 2018 será el más cruento del que se tenga referencia.

 

En la antesala del arranque de las campañas electorales, todo parece indicar que el proceso de 2018 será el más cruento del que se tenga referencia.


Los cálculos políticos y las rutas estratégicas que se aplican son factores determinantes para direccionar el resultado que se pretende en una contienda electoral altamente reñida.
Sin embargo cualquier cosa puede suceder, un error táctico puede romper de tajo todo un diseño estratégico y es muy factible que se alineen o desalineen los astros y sorpresivamente se favorezca a uno u otro contendiente con un solo hecho.


Es indudable el crecimiento que la coalición “Por México al Frente” ha logrado a nivel nacional en la preferencia electoral. Lo que debe quedar claro es que el Frente es una concepción con sentido ideológico, que promueve un cambio de régimen retirando el poder absoluto a una sola persona y diversificándolo en un gobierno de coalición.


La coalición Por México al Frente no fue diseñada para un hombre, fue diseñada como una alternativa en el abanico de propuestas, que de cara a las elecciones se presenta de frente a la sociedad, como lo permite el ejercicio democrático, fortaleciéndose a sí mismo con esta posibilidad. El objetivo es ofrecer un mayor número de opciones a los electores.
Es importante señalar todo esto para destacar que el Frente no es Ricardo Anaya, como su candidato a la Presidencia; el Frente es más que una persona. El Frente son ciudadanos, militantes de diversas fuerzas políticas y candidatos a todos los cargos de elección en los ámbitos estatal, municipal o de diputaciones locales y federales.


Por ello es importante reflexionar sobre la posibilidad de la inclusión de ciudadanos con reconocido prestigio, que hoy participan ya en esta justa democrática.


El PRD, para sorpresa de muchos, ha logrado esgrimir al interior sus diferencias y solo algunos grupos vinculados con Morena sostienen resistencias, con el único fin de lastimar aún más al partido político que los hizo ser lo que son.


Esto parece que es el requisito previo más representativo para cambiar de militancia del PRD a Morena; tener un alto sentido de ingratitud, como lo ha demostrado su máximo líder y si no, recordemos las dos veces que el PRD y los perredistas de forma decidida, comprometida y valiente acompañaron a ya saben quién; mismo que hoy los odia por el simple hecho de ser perredistas, desconociendo las miles de batallas libradas por él o de aquellos que acompañándolo en lo personal, no dudaron de militar en el Partido de la Revolución Democrática.


Para el Mesías aplica de forma contundente aquel dicho popular que reza “y este por qué me odia tanto, si nunca lo ayudé”.


Por eso es importante destacar la presencia de propuestas ciudadanas, que se colocan como una alternativa del Frente, a través de posiciones del PRD sobre todo en la Ciudad de México y que quedaron a disposición de este proyecto político, para darle sentido y congruencia.


Personajes como Emilio Álvarez Icaza, Xóchitl Gálvez, Laura Ballesteros, Humberto Lozano y Manuel Negrete, entre otros dan muestra de que la inclusión ciudadana es factible cuando existe voluntad política y de cambio, sin mezquindad, sin rencor, sin fobias, anteponiendo el bienestar social en lo general


Pero sobre todo, con voluntad para corregir los errores cometidos y entender que el mayor compromiso político es con las ciudadanas y los ciudadanos; que un partido político gobierna a través de su militancia o sus propuestas político-electorales y que estas no pueden desviarse, atendiendo el interés personal de nadie.


De pasadita. Seguramente escucharemos las voces de aquellos redimidos, que hoy bajo la promesa del perdón pareciera que sus pecados se desvanecen. Solo basta recordar que la mejor forma de tener la trompa larga, es cuando se tiene la cola corta. No vaya a ser que el rebote sea mayor, que el daño que se pretende hacer.



« Redacción »
Héctor Serrano Cortés

Héctor Serrano Cortés


Publicaciones del autor