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Destacan trayectoria de Enrique Florescano


Publicación:27-11-2019
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“Con un México dividido”, la historia del país se encuentra dispersa, y que ello podría repercutir de manera negativa al porvenir de la historia.

Monterrey, NL.-El Museo de Historia Mexicana, en el marco de su 25 aniversario, rindió un homenaje al doctor Enrique Florescano, destacado por ser formador de generaciones de académicos, y  pilar en la vida cultural y la historiografía del México contemporáneo.

A modo de conversatorio, el evento fue encabezado por los historiadores Cecilia Sheridan y Ricardo Pérez Montfort, quienes resaltaron la trayectoria del doctor, reconocido como uno de los humanistas más integrales.

A lo largo de su carrera, ha sido distinguido por ser asesor de colecciones, consejero de editoriales como el Fondo de Cultura Económico, miembro de academias y comités de ciencias históricas, organizador de congresos nacionales e internacionales, así como fundador de medios de comunicación como la revista Nexos.

De igual forma, ha formado parte del patronato del Museo de Historia Mexicana, como especialista en la época prehispánica; el proyecto liberal de nación y la creación de símbolos nacionales del siglo XlX; el desarrollo de la creación de cánones históricos desde el poder; y ha postulado reflexiones críticas acerca de la importancia de la historia en la época moderna, así como de la situación actual y las perspectivas de quienes cultivan esa disciplina.

“Soy hijo de profesores rurales; fueron mis formadores de gusto por la letra, estudio y pasión por conocer México. Fui a la universidad de Veracruz e iba a estudiar derecho porque mi padre me lo pidió, pero en ese momento Aguirre Beltrán, el mejor antropólogo mexicano, fundó la facultad de filosofía y letras y para mí fue un descubrimiento totalmente asombroso, incitante y poderoso”, mencionó el homenajeado.

Paulatinamente, reconoció el método de la historiografía francesa, de la cual señaló que transformó su forma de escribir sobre la historia. En cuanto a su labor como historiador, denotó que entre los años sesenta y los noventa fue parte de una revolución en el mundo.

“Los seminarios eran pequeños, uno conversaba con el profesor y entonces mis instrumentos, que había tomado en México, se conectaron con estos instrumentos analíticos nuevos e innovadores, y eso transformó mi vida sobre la historia en la forma de escribir, porque en la tradición historiográfica francesa se obligaba a escribir para el que no era especialista, y llegue a combinar con una manera de reflexionar y traducir mi pensamiento a un público que no fuera especialista”, dijo.

Por último, destacó que “con un México dividido”, la historia del país se encuentra dispersa, y que ello podría repercutir de manera negativa al porvenir de la historia.



« Redacción »