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En Escena Personalidades


“No me van a oír decir que tengo remordimientos”


Publicación:27-11-2019
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En un plazo de tres años, el cómico podrá solicitar esta alternativa a la pena privativa.

Los Angeles, EU.-El actor Bill Cosby, de 82 años, no está arrepentido de los hechos por los que el pasado mes de septiembre fue condenado a una pena de entre tres y diez años de cárcel: abusar de Andrea Constand, exjugadora de baloncesto, a la que drogó y agredió sexualmente hace más de 14 años.

El conocido como Padre de América ha concedido su primera entrevista desde que ingresó en prisión en 2018 a BlackPressUSA.com, un portal dedicado a la comunidad negra, en la que asume con resignación que puede cumplir el máximo de su condena. Pero advierte de lo siguiente: “Cuando tenga la libertad condicional, no me van a oír decir que tengo remordimientos”.

En un plazo de tres años, el cómico podrá solicitar esta alternativa a la pena privativa.

En una conversación por teléfono, que ha durado cerca de 15 minutos —el mismo tiempo del que dispone un preso para atender una llamada— y con la presencia de su portavoz, Andrew Wyatt, el actor ha asegurado que su juicio estaba amañado: “Estaba todo preparado. Todo el juicio. Fueron unos impostores”.

De hecho, Cosby presentó una apelación el pasado mes de junio, alegando que varios testimonios eran irregulares.

A pesar de ello, se siente “un hombre privilegiado en prisión” y se refiere a su celda como su “ático”. Allí el actor reflexiona sobre las charlas que imparte cuatro veces a la semana en la prisión estatal de Phoenix, en el estado de Pensilvania: “Me tumbo y pienso cómo puedo repetir el mensaje, decirlo y dárselo el sábado... para que escuchen y sientan las cosas”.

Su portavoz explicó en junio que el protagonista de La hora de Bill Cosby decidió impartir estas charlas ante otros presos, a los que les habla acerca de cómo alejarse de los problemas y cómo convertirse en buenos modelos de conducta para sus hijos.

 “Estos son la clase de hombres a los que ha querido dirigir sus mensajes durante años, y ahora ha dado con una audiencia completamente fiel”, contó Wyatt a la revista Page Six.

Cosby ha pasado casi un lustro en los tribunales. Consiguió que el primer juicio en su contra fuera declarado nulo porque el jurado no llegó a un acuerdo. No corrió la misma suerte en el segundo y el pasado abril fue declarado culpable de tres delitos penales castigados cada uno con diez años. Los cargos son penetración sin consentimiento, penetración mientras se está inconsciente y penetración tras el suministro de un estupefaciente.

Todo sucedió en su mansión en los suburbios de Filadelfia, en enero de 2004. La exjugadora de baloncesto Costand aseguró que una noche a principios de ese año Cosby la invitó a su casa y le dio unas pastillas que la marearon y permitieron al artista abusar de ella.

Más de 60 mujeres han acusado al cómico de abusar sexualmente de ellas entre los años 1960 y 2000, aunque todos los casos excepto el de Constand no prosperaron por haber prescrito. Cosby y Constand se conocieron en la Universidad de Temple, cuando ella trabajaba como administradora de su equipo de baloncesto. Le consideraba como un mentor y quedaron para hablar de su carrera. Pero como la acusación demostró durante el juicio, el actor aprovechó su carisma y su influencia para cautivar a sus víctimas antes de agredirlas.



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