Lo crea o no, México es el país con menos días festivos en el mundo con apenas 7 en el año.

Con feriados o festivos debemos referirnos a aquellos que la ley y el calendario señalan como un día en que además de los domingos, no se acude a laborar y que hacen alusión a fechas importantes como la Independencia, la Revolución y la Constitución.

Culturalmente hablando, en el mundo judío el sábado es el día en que suspenden actividades y los musulmanes, el viernes, amén de sus propias fechas específicas políticas o religiosas que se plasman en sus legislaciones.

En México, la fisonomía de las jornadas que la ley señala como festivos surge en agosto de 1859, cuando Benito Juárez, Presidente de la República, promulga la “Ley sobre los días festivos” y que forma parte del paquete de las denominadas “Leyes de Reforma”.

“Dejan de ser días festivos para el efecto de que se cierren los tribunales, oficinas y comercio, todos los que no queden comprendidos en la especificación siguiente: los domingos, el día de año nuevo, el jueves y viernes de la Semana Mayor, el jueves de Corpus, el 16 de Septiembre, el 1 Y 2 de noviembre y los días 12 y 24 de diciembre”, reza el artículo primero de la Ley de los días Festivos.

Gracias a esta ley dejó de ser obligatorio acudir a los servicios religiosos.

México sólo cuenta con siete días feriados y está por debajo de países como Estados Unidos (10) y Canadá y Francia (11).

En contraparte, los países con más festivos son India y Colombia (18); Chile (15) España (14) y Austria y Brasil (12), según señala la empresa consultora Mercer’s Worldwide Benefit and Employment Guidelines.

Para elevar la productividad, Portugal y España contemplan reducir la cantidad de sus feriados, mientras Bolivia celebra en dos ocasiones, el Día del Trabajo y gracias a Hugo Chávez, por la Semana Santa y el Carnaval, toda actividad se suspende.

La ley laboral mexicana establece como asuetos oficiales el 1 de enero, el primer lunes de febrero para hacer alusión al aniversario de la Constitución; el tercer lunes de marzo por el natalicio de Benito Juárez y el 1 de mayo por ser el Día del Trabajo.

También el 16 de septiembre con motivo del aniversario de la Independencia; el tercer lunes de noviembre por la Revolución Mexicana y el 25 de diciembre por Navidad, así como el 1 de diciembre cada seis años cuando hay cambio de poderes a nivel federal.

Claro, gracias a la SEP, los maestros han buscado cómo sacarle más días de asueto cada último viernes de mes y toda fiesta posible como el Día de las Madres, del Padre, del Niño, del Maestro y uno que otro etcétera.

Es cierto, es lindo que llegue el fin de semana para descansar, tomar una dosis de esparcimiento con la familia y recargar batería para retornar a nuestras actividades normales empezando el lunes, pero en honor a la verdad y mientras los profes le sacan la vuelta a las aulas, la crisis económica o las ganas de salir adelante obligan a muchos mexicanos a dedicar jornadas que deberían ser de descanso, para salir a buscar el sustento familiar.

México sigue siendo un país de gente muy trabajadora que crea sus propias oportunidades, o al menos eso es lo que creo y veo yo en el día a día.

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