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Bajo crecimiento en 90% del mundo: FMI


Publicación:09-10-2019
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Este martes recordó que apenas hace dos años 75 por ciento de las economías del mundo estaban sincronizadas a la alza

Washington.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que este año 90 por ciento de las economías muestren bajo crecimiento, señaló en su primer discurso al frente de la institución su nueva directora gerente Kristalina Georgieva. 

Es una baja que aún y si mejorara en 2020, podría llevar a cambios que durarían toda una generación, indicó en su presentación donde mostró que el costo acumulado de los conflictos comerciales equivaldrá a 700 mil millones de dólares para 2020, el tamaño de la economía de Suiza.

A una semana de que inició sus actividades, este martes recordó que apenas hace dos años 75 por ciento de las economías del mundo estaban sincronizadas a la alza, y hoy también lo están pero desafortunadamente, en su desaceleración.

Lo anterior significa que este año el crecimiento económico mostrará la tasa más baja desde el principio de la segunda década del siglo, por lo que adelantó que la próxima Perspectiva Económica Mundial vendrá con revisiones a la baja para este año y 2020.

Aclaró que en ese panorama general alrededor de 40 por ciento de las economías emergentes y en desarrollo tendrán tasas reales de crecimiento en su Producto Interno Bruto (PIB) por encima del cinco por ciento, incluyendo 19 países subsaharianos.

En materia de desempleo Alemania y Estados Unidos muestran bajas históricas, pero a lo largo de las economías avanzadas, incluyendo Estados Unidos y Japón y las correspondientes a la zona del euro, la actividad económica se debilita, agregó.

Sin embargo en algunas de las economías emergentes más grandes como India y Brasil, la baja se agudizará este año, mientras que en China su crecimiento seguirá reduciéndose de manera gradual tras su rápido ritmo de varios años, señaló la titular del FMI.

Tras mostrar ese panorama Georgieva explicó que el mismo surge de las disputas comerciales, que ahora se ve se la están cobrando y hacen que la actividad económica permanezca casi estancado.

La situación comercial repercute parcialmente en las manufacturas y las inversiones mundiales, que se han debilitado de manera sustancial. Y hay un serio riesgo de que los sectores de servicios y consumo pronto se vean afectados, alertó.

También sonó la alarma sobre el hecho de que las que llamó fracturas se extiendan, pues las disputas comerciales ya comprenden a varios países, sin olvidar áreas como las paridades monetarias, y pronto se sentirá el impacto en muchos países.

Ubicó como motivos de incertidumbre el comercio, la salida de Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) así como tensiones geopolíticas, todo lo cual mantiene en retroceso el potencial económico.

Nuestro objetivo debe de ser reparar esas fracturas y si nuestro mundo esta interrelacionado, nuestra respuesta debe de ser coordinada empezando por liberar la capacidad de generar comercio, indicó.

Tras señalar que el costo acumulado de las disputas comerciales en curso equivale al tamaño de la economía de Suiza, dijo que debe de encontrarse una solución duradera, la cual requiere decisiones difíciles y voluntad política, pero el resultado lo vale.

Enfatizó que los países deben atender sus preocupaciones legítimas sobre las prácticas comerciales, lo que significa subsidios, derechos de propiedad intelectual y transferencia de tecnología.

Además, se necesita un sistema comercial más moderno, en particular desbloquer al potencial de los servicios y el comercio electrónico, sin olvidar que cada país debe de hacer más en apoyo a las comunidades afectadas por la tecnología y el comercio. Se trata de mejorar el sistema, no abandonarlo, resumió.

Luego llamó a atender las prioridades domésticas para acelerar el crecimiento y construir economías más resilentes, por ejemplo que los bancos centrales comuniquen sus planes con claridad, atiendan a los datos y mantengan bajas las tasas de interés, más donde la inflación está oculta y el crecimiento es débil.

Puntualizó que las políticas monetaria y fiscal no pueden hacerlo todo, por lo que agregó a la fiscal en un rol central. Así, en aquellos países donde sus presupuestos lo permitan, debe haber medidas para fortalecer el gasto, como serían Alemania, Corea del Sur y Países Bajos.

Por otra parte recomendó hacer modificaciones estructurales en aquellas economías donde la automatización o el cambio demográfico muestren el riesgo de pérdida de empleo, pues ese tipo de reformas pueden elevar la productividad y generar ganancias.

Entre ejemplos de ese tipo de cambio citó programas de cuidado infantil que han permitido la incorporación de la mujer a la fuerza laboral en Chile así como la legislación anticorrupción en Ghana y la reducción de trámites burocráticos en Jamaica.

Por último llamó a actuar ahora y hacerlo en conjunto, aunque advirtió que si bien la necesidad de la cooperación internacional crece, la voluntad para hacerlo baja, como lo demuestra el tema comercial.

Y otra área de trabajo conjunto es el cambio climático, que requiere de mitigaciones en el presente pero también adaptaciones en el futuro.



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