Realidad y narrativa de los sismos en México

México.— La Ciudad de México es "brutalmente" sísmica, pues tan solo durante el presente año se han producido 19 mil temblores, muchos de los cuales han sido imperceptibles, aseveró el escritor y tallerista Edson Lechuga (1970). Entrevistado por Notimex en el marco de la mesa especial que se llevó a cabo con motivo de los sismos de 1985 y 2017, Lechuga dijo que de acuerdo con los textos poéticos y de narrativa escritos tras esos movimientos telúricos, fue una siniestra coincidencia que se produjeran los dos durante un 19 de septiembre (pero en años distintos).

      Subrayó que los sismos no se pueden evitar, pero sí prevenir, tomar precauciones, estar alertas y, sobre todo, saber cómo reaccionar pues con las “experiencias atroces que hemos tenido no nos ha quedado más remedio que ir aprendiendo”. Reconoció que en cualquier momento se puede producir un sismo de gran magnitud en la Ciudad de México y, ante ello, existen dos opciones: "abandonar la capital o asumir los riesgos con estrategias preventivas, como la alarma sísmica, los simulacros y las zonas de seguridad”.

      Sin embargo, refirió, la conciencia no termina ahí, sino que comienza y debe extenderse hacia las circunstancias posteriores al evento, como la reconstrucción y la evaluación de pérdidas materiales, entre otras cosas. Consideró que existe muy poca literatura sobre el sismo del 85, ello motivado por "el golpe tan brutal y desconcertante; nos tomó algunas décadas entender qué nos había pasado: esto fue muy profundo y difícil de comprender”. Opinó que en 2017 la situación fue asimilada de forma más pronta, porque “teníamos las redes sociales y la experiencia anterior, por lo cual se escribió más del asunto”.

      En entrevista por separado, el poeta, narrador y ensayista Roberto López Moreno (1942) relató que escribió el libro La pupila y la entraña, en el cual los poetas de las nuevas generaciones manifestaron su punto de vista sobre el terremoto del 85, esto con base en lo leído y estudiado.

      Indicó que este texto le permitió comprobar que la visión política de ahora es igual a la de aquellos tiempos, es decir, desde entonces hasta ahora se mantiene la idea con respecto al verdadero origen del problema, el cual no fue la naturaleza sino las malas construcciones y la falta de atención de las autoridades a una población tan grande. 

      Expresó que posterior al terremoto del 85, los jóvenes atribuían la gran tragedia al descuido gubernamental y lo mismo sucedió en el 2017 y criticó que en todos estos años “nuestros gobiernos hayan sido descuidados, pues la situación que vive la gente es por falta de educación y conocimiento de lo que debe hacerse; eso muestra que las autoridades siguen siendo morosas para asir las riendas de su compromiso social”.