EUA desea un acuerdo pronto y bueno con China

 Mnuchin

Washington.- El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desea avances significativos en las negociaciones comerciales con China, previstas para octubre próximo en la capital estadunidense, manifestó este día el secretario norteamericano del Tesoro, Steven Mnuchin. 

El funcionario afirmó que "no queremos un viaje que sea solamente una serie de discusiones", ya que Trump, quien impulsa una guerra comercial contra Beijing hace más de un año, "puede llegar a un acuerdo en cualquier momento, pero a su juicio debe ser bueno", agregó Mnunchin al canal de televisión CNBC.

Asimismo, expuso que Trump está dispuesto a aumentar más las tarifas a importaciones de productos chinos, como parte de las presiones de Washington, informó este día la agencia de noticias cubana Prensa Latina.

El mandatario republicano anunció el miércoles que el aumento del 25 al 30 por ciento de los aranceles a tales compras por 250 mil millones de dólares se postergará del 1 al 15 de octubre.

En su cuenta personal de la red social Twitter, Trump explicó que dicha decisión fue tomada a solicitud del viceprimer ministro de China, Liu He, quien encabeza por su país las negociaciones para un posible pacto comercial bilateral.

Además, el jefe de la Casa Blanca apuntó que el 1 de octubre próximo el gigante asiático celebrará el aniversario 70 del surgimiento (proclamación) de la República Popular China.

El miércoles China divulgó los primeros 16 productos de Estados Unidos que podrán ser importados durante el siguiente año sin enfrentar las tarifas adicionales, adoptadas en medio de la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.

La exención entrará en vigor el próximo 17 de septiembre, precisó la Comisión de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado (Gabinete) y además ofrecerá reembolsos a 12 mercancías antes gravadas, entre éstas el camarón, los lubricantes y aceleradores lineales para terapias anticancerígenas.

Indicó que concederá dispensas a importadores que enfrenten dificultades para sustituir ciertos bienes norteamericanos, pues tiene en cuenta los severos daños económicos que sufrirán los empresarios, el impacto negativo en el desarrollo de las industrias, el empleo, la protección medioambiental y el bienestar social.

El pasado 1 de septiembre comenzaron a imponerse gravámenes estadunidenses de 15 por ciento a mercancías chinas valoradas en 112 mil millones de dólares al año, los cuales se unieron a los mencionados aranceles del 25 por ciento.

A juicio de expertos y medios de prensa, la mayor diferencia de la última ronda de gravámenes con relación a las anteriores es que los nuevos impuestos deben tener un impacto mucho mayor sobre los consumidores estadunidenses, algo que Trump se niega a reconocer.

Como respuesta a la acción de Washington, China comenzó también el 1 de septiembre a aplicar aranceles adicionales de cinco y 10 por ciento a mercancías estadunidenses, valoradas en 75 mil millones de dólares al año.